top of page
Voy a contar una historia antes de que se me olvide, antes de que pase, porque a veces las historias se pierden si no se cuentan, y entonces son como avioncitos de papel; salen por la ventana y shhhhhhhh... caen a la calle, bajo la lluvia... y sus letras se deshacen en el país de la memoria, en los charcos de la calle.
Pero esta historia, como todas las historias, es distinta a todas las otras historias.
Andrea: ¿Cuándo termina?
Ana: Las historias nos van haciendo, nos van dejando su forma. Y nos hacen.
Andrea: ¿Cuándo termina tu historia?
(Oímos golondrinas.)
Ana: Suelo venir a la azotea para hablar conmigo. Y contarme historias. Y recordarme que estoy viva y que fui niña.
Andrea: ¿Cuándo termina tu historia?
bottom of page